Controlado de nuevo el incendio en El Tiemblo (Ávila) tras arrasar más de 800 hectáreas

El incendio que ha arrasado más de 800 hectáreas durante el fin de semana en El Tiemblo (Ávila), cerca de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, se ha dado por controlado este lunes a las 9.30, aunque no sin dar un nuevo susto a los equipos de extinción. El fuego se ha reproducido a primera hora de la tarde en un foco situado en una zona del perímetro afectado, lo que ha exigido la participación de seis helicópteros y un avión anfibio, tres cuadrillas y dos brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales. A última hora de la tarde del lunes, se ha dado por controlado de nuevo.El sábado alcanzó el nivel 2. En un primer momento se estimó que las llamas habían afectado a 1.000 hectáreas, pero finalmente ha sido menos el terreno dañado en el fuego más grande de la temporada veraniega en Castilla y León y uno de los más graves de España, junto con el de Santa Coloma de Queralt, en Tarragona, en el que ardieron 1.600 hectáreas.Las localidades abulenses más perjudicadas por este incendio, cuyas causas aún se desconocen, han sido El Tiemblo, de 4.000 habitantes, y el cercano Cebreros, con 3.000 vecinos. La propagación de las llamas ha afectado a parte del término de este último. Ninguna vivienda ha resultado dañada, aunque sí hubo que cortar al tráfico un tramo de la carretera nacional N-403. El principal aliado con el que han contado las llamas han sido las elevadas temperaturas, así como un suelo con muchos arbustos que han servido como combustible y una orografía difícil que ha lastrado las labores de extinción. Un operativo de casi 500 personas, con personal de la Unidad Militar de Emergencias, del ministerio de Medio Ambiente y de la Junta de Castilla y León, ha trabajado este fin de semana para sofocar las llamas y los focos que se reactivaron durante el domingo y han retrasado el control sobre el perímetro que llegó a afectar el fuego.Este incendio se ha convertido en el segundo más importante en cuanto a superficie quemada en lo que va de verano en España. Las 800 hectáreas dañadas suponen casi la mitad del territorio que ardió en Tarragona, en la zona de Santa Coloma de Queralt. La virulencia de los focos provocó que los vecinos de las localidades de Sant Martí de Tous y Santa Maria de Millares fuesen confinados para evitar riesgos en la zona. Entonces la llegada de varias tormentas y la descarga de lluvia facilitó la extinción de las llamas. Los investigadores rechazaron entonces que el origen resultase fortuito y lo atribuyeron a la acción humana negligente o accidental, aunque no por ello provocado, al no hallarse detonadores o mechas que indujeran a esa hipótesis.A mediados de julio un incendio dañó 400 hectáreas del parque natural del Cap de Creus, en Girona, una extensión muy similar a la quemada el 9 de julio por un incendio forestal en el término malagueño de Jubrique, que afectó a una zona de pinos y castaños.


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